ELIMINAR LA SECRETARIA DE TURISMO. ERROR FATAL
Por: Eddie Villa Real 

En nuestro editorial de este Diario de Tulum lo hemos repetido varias veces. En TELEVISA TV Y RADIO XEW, en entrevista personal durante dos horas discutimos con los radioescuchas este tema, que muy interesados mandaron emails y telefonemas durante 2 horas en el programa de nuestro amigo Fernando Rivera Caldero. La opinión de todos los que escucharon y otros miles que hemos entrevistado por internet es la misma. COMO ES POSIBLE QUE MEXICO CON TODOS LOS RECURSOS NATURALES DE PLAYA, CLIMA, CIUDADES COLONIALES, JOYAS ARQUEOLOGICAS, CALIDA HOSPITALIDAD, ENORMES INVERSIONES EN MATERIA TURISTICA, tengámos una Sria. De Turismo tan torpe, tan ineficiente, tan burócrata, tan pocamadrista, tan tan tan, que en lugar de colocarnos en los primeros lugares del universo de países turísticos, nos ha llevado en los últimos años del 4 o 5 lugar en donde estábamos al 23 o 25 por debajo de Tailandia, Singapur, y otros tercermundistas como nosotros.

La única explicación es que todo lo han hecho con las patas. En nuestro libro de TURISMO FELIZ, lo repetimos varias veces. Los infames y poco dichosos TIANGUIS TURISTICOS de Acapulco en lugar de traernos turismo de calidad, nos envolvió en su sombra siniestra y nos llenó de turismo chatarra y de baja calidad. Es mas barato para un plomero de Montreal venir tres días y dos noches a Acapulco o Cancun que a un mexicano viajar del df Guadalajara o Monterrey. Los paquetes que incluyen desayuno les salen con todo y avión en 600 dlls y a México solo le toca el 40% pues el resto se lo llevan las aereolineas, los mayoritstas y las agencias de viajes.

Si, la Secretaria está muy mal pero no es para que la eliminen de un plumazo. Hay que corregir las políticas y poner expertos al frente de ella y no una bola de burócratas que lo único que les interesa es viajar gratis por todo el mundo disque promoviendo el turismo mexicano y esperar para que les den un puesto político en cualquier otra dependencia ya sea gubernatura o lo que venga gracias a sus contactos con el Presidente y su esfera de influencia. Así lo dijimos en el aire a miles. Si tienes un hijo que anda en malos pasos, tiene malas compañías, no asiste a la escuela, y anda de vago, a ningún padre se le ocurre matar al hijo y resolver el problema de esa manera. Lo que hace un padre inteligente es ver lo que está pasando, analizar la situación, tomar las medidas justas y necesarias y RESOLVER EL PROBLEMA para que su hijo regrese al buen camino y se convierta en un buen estudiante a corto plazo y un ejemplar ciudadano con el tiempo.  

Para todos mis lectores que no hayan podido acceder a internet a leer el artículo publicado en este Diario sobre este tema, lo reproducimos aquí con mucho gusto

LOS MEXICANOS ESTAMOS EN EL LIMBO

Justo antes de que López Dóriga y Germán Dehesa comentaran chuscamente sobre el limbo, había entregado a la editorial Edamex un escrito indicando que la Iglesia había cometido cuatro errores en su infalible existencia de dos mil años. El primero era el de autoproclamarse infalible; el segundo, tener que tragar saliva y perdonar a Galileo; el tercero, haber intervenido el Papa en la bronca del aborto en el Distrito Federal, y el cuarto, haberse atrevido a cancelar el limbo que durante años ha sido propiedad particular de México, porque está perfectamente establecido que todos los mexicanos estamos en el limbo y no nos hemos percatado.
 Cómo es posible que pueblo y gobierno no se den cuenta de la situación tan crítica por la que pasamos y que, en veinte años, va a ser catastrófica. Si tomamos en cuenta los indicadores económicos, en ese lapso se nos va a acabar el petróleo, las remesas de nuestros paisanos van a desaparecer, nuestras exportaciones van a ir en detrimento pues no podemos competir con China, la inversión extranjera va en declive, los presupuestos de educación no alcanzan o no son eficientes para eliminar el retraso en virtud de que la población económicamente débil crece más que lo que el gobierno puede ayudar o educar, y por último, los niveles del turismo de internación, es decir, turistas que nos dejan en promedio mil dólares cada uno por visita, están disminuyendo rápidamente en virtud de que muchos salen de nuestro país echando pestes porque los transaron, los engañaron, los asaltaron, se enfermaron o, simplemente, les prometieron algo que no se les cumplió. Lo del petróleo lo estamos todos esperando, y sabemos que, si no hay inversión extranjera en exploración y explotación, pemex no llenará sus cuotas, y nuestras reservas se están agotando peligrosamente.

Es lógico que las remesas vayan a disminuir en ese tiempo pues los paisanos que van a ser expulsados ya no contarán, y los que se regularicen van a establecerse con sus familias y dejarán de remitir dinero pues sus responsabilidades estarán por allá. Nuestro superávit actual por exportaciones va a desaparecer por la sencilla razón de que en uno o dos años se abrirán las fronteras para granos, cereales y oleaginosas, y nuestros campesinos se van a morir de hambre pues no podrán competir. Entonces aumentaremos la deuda externa al vernos forzados a importar más alimentos a crédito.

 Por todo lo anterior nos vemos obligados a llegar a la conclusión de que nuestra única fuente de ingresos para sobrevivir es el turismo, pero son necesarios muchos cambios por parte de gobierno y pueblo para  llegar a competir con España y Francia en el turismo internacional y generar los cuarenta o cincuenta mil millones de dólares que necesitaremos en veinte o treinta años para crear las fuentes de trabajo para sobrevivir.

Las estadísticas del gobierno nos engañan diciendo que el turismo está muy bien y que tenemos veintiocho millones de turistas, que estamos en el honroso octavo lugar mundial de turismo de internación (claro, eso si sectur sigue tomando como turistas a los de frontera, a los paisanos que regresan de visita, a los que tienen propiedades vacacionales y a los que vienen por negocio, pues así sí completamos esas cifras). Nada más nos falta que también cuenten como turistas a los conejos, a los coyotes y a las aves migratorias que cruzan la frontera día con día, y para completar la cifra de setenta y cinco millones que tiene Francia van a contar también a las mariposas monarca porque vienen directamente de Canadá (pues es turismo aéreo). Por favor, señores, seamos serios y patriotas. Hay mucho qué hacer.

Para empezar, es necesaria una campaña nacional de turismo feliz para convencer a 1.8 millones de personas que viven del turista que, si los tratamos mal y lo transamos, no regresan. Libros gratuitos y accesibles, audiovisuales, panfletos, folletos y volantes que se repartan por millones al personal base de la industria, tales como taxistas, artesanos, meseros, recamareras, bellboys, lancheros y guías que en la actualidad ven a un turista y se le echan encima para transarlo. Miles de anécdotas se publican en el extranjero; y una pésima publicidad de boca en boca que los turistas a su regreso expresan a sus familiares y amigos que nos está arruinando. Educación al personal base y brindar facilidades a los inversionistas eliminando trabas y burocracia serán la causa principal de un crecimiento real y definitivo, y que dejemos de pensar lo que todos los mexicanos tenemos en nuestra mente. ¿Cómo es posible que, teniendo las playas más maravillosas, los lugares turísticas más increíbles, las joyas arqueológicas envidia de todos los países y las ciudades coloniales y haciendas, ranchos y cortijos en todo el país que podrían ser motivo de explotación racional, tengamos un nivel de turismo de internación igual al de una islita de España que se llama Tenerife? Es decir, que no hay que explotar al turista sino al turismo, y podremos llegar a la meta de competir con España y Francia y recibir cincuenta mil millones de dólares que nos bastarán para suplir el petróleo y las remesas juntas y poder crecer al 7% anual como China.

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